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Larga fue la espera del vigente monarca, Mark Winterbottom, quien no ganaba una carrera desde septiembre del año pasado en Sandown. Esta vez, el triunfo llegó con altas dosis de suspenso en Barbagallo, dado que el ingeniero del equipo Prodrive, Jason Gray, llevó al piloto de Ford hacia una arriesgada estrategia de dos paradas y no tres. Pese a esto, el Falcon número 1 se impuso tras resistir las amenazas de los escoltas del podio: Scott McLaughlin (Volvo) y Craig Lowndes (Holden), nuevo líder del certamen.

Horas previas a la carrera, Chaz Mostert llevaba el otro Falcon del Prodrive hacia la pole position, luego de registrar un tiempo de 0.55.053.

En la largada de la prueba, Lowndes, que largaba segundo, logró capturar inmediatamente la punta. Por detrás, lo siguieron Mostert, Chris Pither (Ford) y Shane Van Gisbergen, quienes intercambiaron varias veces sus posiciones en las primeras dos vueltas.

Sin embargo este cuarteto de pilotos, sumado a Jamie Whincup (Holden), serían los primeros en comenzar a detenerse en boxes entre las vueltas 11 y 19.

En ese momento, la danza de pilotos que se alternaban el liderazgo virtual y el real, comenzó a mostrar un nombre que al final de la carrera sería preponderante: Mark Winterbottom. Esto se debe a que el campeón, desde las primeras vueltas, comenzó a trazar una estrategia distinta, que luego rendiría sus frutos al final de la competencia. Pero no era el único en ese modus operandi, ya que Scott McLaughlin también permaneció en pista, dando cuenta de que apostaba a un orden de paradas diferenciado.

Corría la vuelta 28 y el primer ciclo de detenciones estaba cumplido. Tras esto, los Holden del equipo Triple Eight, de Lowndes y Whincup, hacían el 1-2 en la fila india.

Luego, James Courtney (Holden) y Rick Kelly (Nissan), que permanecían entremezclados con los líderes, debieron abandonar la lucha para cumplir su segunda parada, a partir del giro número 38.

Mientras tanto, en pista, Whincup cedía su posición ante su compañero Lowndes. Al mismo tiempo, Mark Winterbottom pasaba por los pits en la vuelta 53 a efectuar su segunda detención, tras la cual saldría en el décimo octavo puesto.

El fuerte desgaste en los neumáticos comenzaba a hacer mella entre los pilotos y uno de los que más acusó este déficit fue Chaz Mostert, quien perdia varias posiciones, hasta quedar ubicado finalmente en el sexto puesto.

Atento a esto, varios pilotos acudieron a boxes para una tercera parada. Entre ellos, Craig Lowndes, quien salió delante Scott McLaughlin, quien venia con otra estrategia. Ambos mantuvieron una ardua lucha, que vueltas más tarde definiría los primeros puestos cuando todo el clasificador se reacomodara.

En ese momento se evidenció la jugada maestra que había hecho Mark Winterbottom, quien estiró al máximo su segunda detención. Cuando la mayoría la había efectuado hasta la vuelta 40, el campeón 2015 recién la cumplió en la número 53. Esta estrategia impulsada por su ingeniero Jason Gray le permitió armar una importante ventaja en la punta, pero suponía un alto riesgo por el desgaste de los neumáticos de cara al final de la prueba.

El temor finalmente se fue materializando y la enorme ventaja de más de ocho segundos que Winterbottom tenía en la punta, se fue pulverizando a solo décimas en apenas siete vueltas. Era cuestión de arriesgar a ganar como fuera y el campeón no la tenía fácil. Por detrás, se encontraban McLaughlin y Lowndes literalmente adheridos al paragolpes del Falcon.

De esta forma, el trío de pilotos mantuvo unas cuatro vueltas finales verdaderamente frenéticas y cargadas de suspenso, en las que vaticinar un resultado era algo imposible.

La calidad conductiva de Winterbottom finalmente marcó la supremacía y le permitió cruzar primero la línea de meta, apenas separado por un suspiro respecto de McLaughlin y Lowndes, quienes completaron el podio.

El piloto de Ford pudo festejar así su primera victoria del año y la primera como campeón de la categoría. Todo un regocijo para Winterbottom, quien no lograba una victoria desde la Sandown 500, en septiembre del año pasado. A su vez, se anotó como el octavo ganador diferente al cabo de las nueve competencias disputadas hasta el momento. Esto deja a McLaughlin como el único en repetir un éxito.

Al margen de los ganadores, el equipo Holden Racing Team cerró otra tarea aceptable al lograr ubicar a sus dos pilotos, Garth Tander y James Courtney, en el sexto y séptimo puesto. A su vez, también fue una carrera productiva para los pilotos de Nissan, entre los que se destacaron Rick Kelly, que terminó quinto, por delante de su compañero Michael Caruso, ubicado finalmente en el puesto 9.

Gracias al tercer puesto conquistado el día de hoy, Craig Lowndes pasó a liderar el campeonato de pilotos con 894 puntos, seguido de Jamie Whincup, que aún permanece en la lucha con 852 unidades. Tercero aparece Scott McLaughlin con 846 y cuarto, aunque más lejos, se ubica Winterbottom.

La próxima fecha del V8 Supercars tendrá lugar del 20 al 22 de mayo, en el circuito de Winton, donde se disputará otra cita más con formato Super Sprint. Además supondrá la primera competencia de la categoría desde el reasfaltado que se llevara a cabo en el trazado antes de los test de febrero.

A continuación, el clasificador final de la segunda carrera en Barbagallo (Perth):

1          Mark Winterbottom               Ford                1:22:22.854

2          Scott McLaughlin                  Volvo              +0.306

3          Craig Lowndes                      Holden                        +0.778

4          Shane van Gisbergen              Holden            +1.378

5          Rick Kelly                              Nissan             +1.716

6          Chaz Mostert                         Ford                +5.162

7          Garth Tander                          Holden            +5.430

8          James Courtney                      Holden            +6.457

9          Michael Caruso                      Nissan             +7.129

10        Will Davison                           Holden            +9.753

FUE UNA APLANADORA