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17 de OctubrePunto de partida

Cuando Sudamérica tuvo su fórmula

Se cumplen 40 años del génesis de la Fórmula 2 Codasur. Fue en Tarumá, Brasil, con victoria de Miguel Ángel Guerra.

Por Darío Coronel

Juan Manuel Fangio Jr. (izquierda) y Luis Rubén Di Palma (derecha) encabezan el pelotón (foto Revista CORSA).

Pocas categorías en el mundo fueron un boom continental tras sus inicios. La Fórmula 2 Codasur tuvo ese mérito y su primera carrera se disputó un día como hoy en 1982. La cita ocurrió en el autódromo de Tarumá, en el estado brasileño de Río Grande do Sul. Allí hizo historia Miguel Ángel Guerra, quien se quedó con la victoria.

Ese evento fue gracias al inmenso esfuerzo de Miguel Deguidi, un grupo de pilotos emprendedores y su fuego sagrado de trascender por una gesta única. Aquél hecho resultó tan importante para la región, que contó con el apoyo de la Organización de Estados Americanos y tuvo la presencia de su representante brasileño, Benno Sander.

Tras varias gestiones entre el Automóvil Club Argentino, Codasur, la Fórmula 2 Nacional, los responsables de la flamante F-2 Brasileña (nacida en 1980) y la Confederación Brasileña de Automovilismo, se concretó una fecha que uniera a pilotos sudamericanos. El cónclave internacional se llamó Fórmula 2 Asociados y aquella primera vez cumplió con todas las expectativas y resultó un éxito espectacular.

Eran tiempos de transición en la Argentina, donde tras la Guerra de Malvinas y los últimos tiempos de la Dictadura, se preparaba la vuelta de la Democracia a nuestro país para 1983. Brasil, en tanto, debió esperar hasta 1985 para que su régimen militar se termine.

En este contexto donde la generación de recursos económicos y negocios era clave para la región, una caravana de micros y camiones partieron el miércoles 13 de octubre desde la sede del ACA. Junto a ellos fueron un grupo de más de 20 periodistas de diversos medios para cubrir un hecho que prometía mucho.

El plantel de pilotos que hizo historia y corrió la primera carrera de la Fórmula 2 Codasur (foto Revista CORSA).


Entre ellos estaban las figuras de la F-2 Nacional, como el entonces campeón Alberto Scarazzini, Guillermo Maldonado, Guillermo Kissling, el propio Guerra, Luis Rubén Di Palma, Gustavo Sommi, Juan Manuel Fangio II y el padre de los monopostos, Oreste Berta, nada menos.

El exitoso preparador de Alta Gracia le contó su recuerdo a Gran Premioweb: “El mentor de aquella carrera fue Miguel De Guidi. Cuando llegamos nos encontramos con una diferencia muy grande entre ellos y nosotros. Por eso se decidió compartir elementos con los brasileños y para que fuesen más competitivos. Hubo un gran entusiasmo del público y eso sirvió para el rápido crecimiento de la categoría”.

Tras 29 horas de viaje y 1.300 km, la caravana arribó a Tarumá. Se reunieron los argentinos y brasileños y se sumaron los uruguayos José Pedro Passadore y Egon Einöder, más el chileno Sergio Santander. El lema de aquél puntapié fue la integración a cualquier costo. Por eso, por ejemplo, el propio Maldonado (por entonces líder del certamen argentino), le alquilo su auto a Santander para que tuviese un medio competitivo.

Se reunió un parque de 23 monopostos, divididos en 19 chasis Berta (motores VW, Dodge, Ford Taunus, Renault 18 y Alpine), tres Polar (VW) y un Heve (VW). Se usaron las gomas Pirelli CORSA P 7 brasileñas en lugar de las Fliter argentinas. La pole quedó para Cachi Scarazzini (Berta-Dodge) con un tiempo de 1m03s93, a un promedio de 169,835 km/h, logrando el récord del momento en el circuito gaucho.

Pasadas las 14 horas del domingo 17 de octubre, Scarazzini partió en punta, pero debió soportar el asedio de nueve autos que fueron pegados en las primeras vueltas. Brindaron un espectáculo único en un trazado veloz que permitió que varios monopostos vayan a la par.

Los brasileños Pedro Muffato y César Pegoraro, delante del uruguayo Egon Einöder (foto Revista CORSA).


Detrás del puntero se encolumnaron Di Palma, Fangio, Guerra, Kissling, Passadore, Maldonado, Sommi, Santander y el crédito local, Leonel Friedrich. Pero Cachi se retrasó porque se le trabó la palanca de cambios. La punta la heredó Di Palma. Sin embargo, Friedrich hizo una gran remontada y quedó primero. El brasileño lideró por cinco giros, para luego ceder en la vuelta 12 ante los embates del Berta R-18 de Guerra.

El ex Fórmula Uno lideró hasta el final y se quedó con el triunfo tras 33 rondas. Fue escoltado por Passadore (Berta-Dodge) y Kissling (Berta-Taunus). El mejor brasileño fue Pedro Mufatto (Berta-VW), que culminó sexto.

“Soy un hombre de suerte, porque ganar la primera carrera de esta categoría es algo que buscábamos todos y me tocó a mí. Para mi campaña deportiva es de mucho peso por lo que significa este comienzo”, sostuvo Guerra tras su triunfo.

El podio en Tarumá con Passadore, Guerra y Kissling (foto Revista CORSA).


Fue una gran carrera que disfrutaron los 30.000 espectadores presentes. La cita internacional fue transmitida por televisión en vivo y en directo a la Argentina, Chile y Uruguay. Desde ese momento se notó una fuerte presencia de sponsors y, como era de esperarse, se arregló una segunda carrera para el 19 de diciembre de ese año en Buenos Aires, donde ganó Yoyo Maldonado, quien también se quedó con su título en la especialidad a nivel nacional.

La notoriedad inicial fue tal que se decidió armar un Campeonato Sudamericano de Fórmula 2 para 1983. Fueron cuatro temporadas con el dominio de Maldonado y su recordado Berta-VW dorado con la publicidad de 43/70.

Novena fecha del primer campeonato de F-2 Codasur en 1983. Victoria de Cachi Scarazzini en el circuito El Pinar, Uruguay.


La categoría explotó comercialmente con patrocinantes de toda la región y hasta tuvo la presencia esporádica de pilotos de Centroamérica. Llenó autódromos y circuitos callejeros (algunos con mucho glamour) en todos los países donde corrió. Hasta llegó a disputarse una carrera en Colombia en 1986.

Luego, en 1987, cedió el paso a la Fórmula 3 por pedido de la mayoría de los pilotos no argentinos, quienes al no lograr el desarrollo en los autos como los nuestros, reclamaron la presencia de chasis europeos, tales Dallara y Reynard. “Haber aceptado ese cambio fue el peor error de mi carrera”, reconoció luego Maldonado en una entrevista con la Revista CORSA el año pasado. Hoy la especialidad atraviesa su peor crisis con una decena de autos y solo pilotos brasileños...

Por eso aquél puntapié inicial en Tarumá fue tan importante. Reconocimiento para aquellos cuya convicción emprendedora fue tan grande que lograron un hito continental. Pasaron 40 años del nacimiento de la Fórmula 2 Codasur, una categoría que marcó una época y dejó su sello para siempre.

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