No tenés cuenta? registrate

26 de OctubreRecuerdo

Cuando Vicentin se metió en el automovilismo y Traverso corrió uno de sus autos

La empresa del agro se involucró en las carreras en los '80. Compró autos para el Club Argentino de Pilotos. Cómo los trajeron de Japón. Uno de ellos fue para el Flaco, que lo recuperó y hoy está en su “Galpón” en Ramallo.

Por Darío Coronel

Traverso en la Horquilla del Autódromo de Buenos Aires y la cupé Nissan 300 ZX (Alejandro de Brito).

Santa Fe es una de las provincias más fierreras del país. También es uno de los centros más importantes en la producción agropecuaria. Ambos rubros siempre fueron de la mano en la Argentina. Muchos pilotos corren con el apoyo de empresas vinculadas al campo. Una de ellas es Vicentin, que en este 2020 está en el tapete, pero por otros temas. La firma con sede en Avellaneda se involucró mucho en el automovilismo. Ayudó en la remodelación del autódromo local que le permitió recibir actividad nacional. También, compró autos para la extinta categoría Club Argentino de Pilotos (CAP), que corrió varios años en el mencionado circuito.

El CAP fue una iniciativa de Carlos Alberto Pairetti quien buscó generar una categoría que tenga a los mejores pilotos del país (de pista y rally), que brinde espectáculo con todos autos iguales y con un calendario que visite muchas provincias. A fines de 1981 importó una veintena de Datsun 280 ZX para armar esta monomarca, que en 1982 tuvo a Juan María Traverso, Luis Rubén Di Palma, Roberto José Mouras, Guillermo Kissling (campeón ese año), Osvaldo “Cocho” López, Jorge Raúl Recalde, Gabriel Satanás Raies, Esteban Fernandino, Ángel Monguzzi, Ernesto “Tito” Bessone, Carlos Garro; e históricos que se sumaron como el propio Pairetti, Carlos Marincovich, Néstor Jesús García Veiga y Carlos Ruesch.

La divisional se posicionó y si bien con el correr de los años fue perdiendo algunos corredores de renombre, mantuvo a sus referentes. Para la temporada 1986, con el fin de recuperar figuras, se decidió renovar el parque con los Nissan 300 ZX, aunque se mantuvieron los Datsun. Vicentin, que ya estuvo involucrado con las obras para acondicionar el autódromo local y tener actividad nacional, y que también brindó patrocinio a pilotos locales, se volcó de lleno al CAP y compró autos para la especialidad.

Balcarce. Febrero de 1982. La primera carrera el CAP y el Flaco Traverso de costado, en ese momento con un Datsun (Archivo CORSA).


Gran Premioweb habló con Miguel Yapur, que fue piloto en los zonales santafesinos y participó en la gestión para traer los nuevos coches. “El contacto lo hizo Pairetti. Se consiguió un permiso de importación provisoria justificando que era para una categoría de automovilismo. El primer permiso fue para dos años y luego se fue renovando”, explica “Bachicha” Yapur.

Fue una verdadera odisea ya que en 1985 los autos se fueron buscar a Japón. “Fuimos cuatro personas responsables de la gestión. Primero viajamos con ellos a Los Ángeles para adquirir equipamiento, donde también estuvieron los pilotos que compraron sus autos. Estuvimos varios días para ver las partes de competición y tener una guía. Vicentin compró dos Nissan y debe haber gastado unos 30.000 dólares por los dos coches. Uno de ellos era para el ‘Flaco’ Traverso”.

“Después de ahí fuimos 13 días a Japón, a la fábrica de Nissan y vimos su división de competición. Se embarcó una cantidad en un Jumbo y la otra parte vino en barco. Salió del puerto de Yokohama y llegó a Buenos Aires. Se trajeron 32 Nissan. El CAP brindaba buenos espectáculos porque eran todos coches iguales, pero cada equipo tenía su propia atención. Los coches tenían una potencia de 250 caballos”.

"Pochila" Demonte peleando con Carlos Luaces en Avellaneda en 1990 (Archivo CORSA).


“Los que estaban a cargo de Vicentin en ese momento eran muy buena gente. Conocía a algunos de ellos que también fueron pilotos. Rubén y Héctor Vicentin llegaron a correr. Eran hijos de Pedro Vicentin, uno de los fundadores. Tuvimos mucha confianza. Apoyaron a las categorías zonales y a muchos pilotos. Siempre que pudieron los Vicentin ayudaron”.

“También nos dieron una mano para pavimentar el autódromo, que llegó a tener 2.160 metros de extensión. Para la época tenía una buena infraestructura con boxes edificados. Desde mediados de los ochenta hasta que se terminó el CAP (1991), la categoría vino siempre. Y tuvimos actividad nacional hasta 2001 con las visitas del GTA (Gran Turismo Americano)”.

“El Autódromo  de Avellaneda medio que se abandonó porque no hubo un empuje de la gente de la provincia. Igual siguen corriendo los zonales como monopostos y los Fiat Uno. También a veces vienen los zonales chaqueños. También acá tenemos el Autódromo de Reconquista (a 5 kilómetros), aunque que es un circuito más chico, de 1.300 metros”.

Carrera del Club Argentino de Pilotos en Avellaneda en 1990.


Miguel es un fiel exponente del automovilismo santafesino. Un histórico emprendedor que hizo mucho por la actividad. Su hijo Ismael también corrió en los zonales, en el Turismo 4000 Santafesino y llegó a competir en el Turismo Nacional.

Sobre por qué en Santa Fe es tan fuerte el automovilismo, Bachicha sostiene que “tenemos muchos descendientes de alemanes, italianos y españoles. La gente de campo es muy emprendedora y por lo general es fierrera. Se prepararon sus autos y ahí se forjó una tradición. También es clave que entre los santafesinos siempre nos llevamos bien. Apoyar el deporte es regalar salud y eso ayuda a que nuestros jóvenes no se dediquen a otra cosa”.

En tanto que el Nissan que Vicentin compró y que primero corrió Traverso en 1987, fue recuperado por el ex piloto de Ramallo. “En 2005 como pude empecé a juntar los coches con los corrí. Emilio Satriano (campeón de TC en 1990) me llamó y me dijo ‘tu cupé del CAP está acá tirada debajo de un árbol, en un campo, tapada por el pasto”, le contó el Flaco a este medio.

La recuperada cupé Nissan 300 ZX de Traverso (Darío Coronel).


“La identifiqué porque por el número del chasis. Estaba destruida, pero todavía pintada del color rojo. La estoy rearmando como puedo. Está complicado el tema porque no hay elementos de esos autos. Por ejemplo la trompa la diseñó la Facultad de Ingeniería e hicieron 30 ejemplares y al no haber una matriz no tengo la forma de rehacerla”, agregó JMT.

Ese Nissan luego fue conducido por Juan Carlos Demonte, un piloto de Avellaneda que también tuvo el patrocinio de Vicentin. El CAP se terminó a nivel nacional en 1991 y luego fue reemplazado por el GT 3000, categoría que acompañó al Turismo Carretera. Pasó a ser una de sus promocionales y luego se terminó con la aparición del TC Pista en 1995. Más tarde sus autos pasaron a correr en diferentes zonales y a muchos se les perdió el rastro. A otros no como esta cupé Nissan 300 ZX.

Más allá de que la restauración de este coche está parada, lo más importante es que el ex piloto de Ramallo recuperó a otro de sus autos históricos. Son ya 14 máquinas las que descansan en el “Galpón del Flaco”, donde el ídolo (antes de la pandemia) solía recibir a la gente. Cuando pueda abrir otra vez las puertas, Traverso tendrá otra historia para contar como las tantas que tiene en el automovilismo nacional.

Para comentar esta nota, debés estar logueado, puedes hacerlo desde la parte superior del sitio.