No hubo San Patricio
Tommy Byrne brilló en promocionales y pintaba para ser la estrella irlandesa en Fórmula Uno. Pero solo pudo largar dos carreras.
Tommy Byrne fue una gran promesa.
Nacido el 6 de mayo de 1958 en County Louth, localidad del noreste irlandés, Byrne hizo bien los deberes en las categorías escuelas previas a la F.1. En 1980 se proclamó campeón de la Fórmula Ford Británica con el equipo más exitoso de entonces, Van Diemen.
Con el Ralt campeón de la F-3 Británica.
Por su mérito ganó una prueba en el equipo McLaren de F.1, cuyo tradicional sponsor, Marlboro, también le permitió hacer unos ensayos con un Spirit-Honda de Fórmula 2 Internacional.
Su poco competitivo Theodore de F.1.
La quiebra del equipo inglés para la temporada de 1983 y su falta de presupuesto, le impidió a Tommy continuar en la Máxima. Volvió a la F.3 Británica ese año, solo para mantenerse en la práctica activa.
En los Estados Unidos, con la Indy Lights.
Luego de dos malas temporadas en 1991 (13°) y 1992 (12°), en 1993 llegó a la F-3 Internacional de México, en donde corrió con Alberto Lozano en el equipo Corona quien hizo campeón al “Quate” Adrián Fernández. Logro su primera victoria en Puebla y tuvo otros buenos resultados. En 1994 pasó a la F-2 Mexicana con los equipos Quaker State y Sección Amarilla.
Ya en 1995 el británico decidió retirarse. Desde hace 20 años se dedica a ser instructor de pilotos en La Florida y, en especial, dentro del equipo de Indy Ligths, Brian Stewart Racing.
Los irlandeses buscaban con Tommy Byrne opacar en la F.1 a sus vecinos de Inglaterra y Escocia, que se llenó de orgullo con Jim Clark (campeón 1963/65) y Jackie Stewart (rey en 1969/71/73). Pero su tradicional celebración de San Patricio no llegó a la F.1.
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