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Marc Márquez (Honda) consiguió en Silverstone su décima pole de la temporada casi sin despeinarse. Casi porque Jorge Lorenzo (Yamaha) sacó lo mejor de sí para ponerle en alerta en los últimos compases de la sesión. El líder del campeonato del MotoGP dominó casi toda la Q2 hasta que el mallorquín batió su tiempo. Poco duró la alegría  porque Márquez no cede ni los sábados.

El de Cervera dominó todas las tandas de entrenamientos y apunta a una nueva victoria porque nadie salvo él ha sido tan regular en una pista con unas características y condiciones atmosféricas tan especiales. Tanto su velocidad punta como su ritmo de carrera hacen pensar en que Marc recobrará la senda del triunfo.

Lo que parece claro es que las Yamaha le darán guerra porque han conseguido solventar, si no todos, sí gran parte de sus problemas del fin de semana. Al menos Lorenzo, que saldrá desde la tercera posición y que a punto estuvo de lograr la pole. Jorge se puso primero en su penúltimo giro, si bien Márquez lo batió poco después. Al final acabó por detrás de un Dovizioso que se coló entre los dos españoles.

La segunda fila también tiene acento español, con el cuarto puesto de Aleix Espargaró y el quinto de un Dani Pedrosa que no termina de sentirse cómo en Silverstone. Junto a ellos estará Valentino Rossi, que no estuvo al nivel de Lorenzo pero sí demostró que su Yamaha también ha pegado un pequeño paso adelante.

Como si nada hubiese pasado