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19 de FebreroMemoria

Grandes bolazos del automovilismo argentino

Promesas incumplidas sobre el deporte motor contemporáneo. Anuncios explosivos cuyos hechos nunca llegaron a concretarse. También proyectos efímeros y truncos.

Por Darío Coronel

Cristina anunciando la F.1 en Mar del Plata.

Los golpes de efecto en un momento oportuno suelen tener trascendencia. En el automovilismo argentino, como en cualquier ámbito, un anuncio explosivo repercute generando un análisis y profundización del asunto. En la última década hubo ciertas bombas que nunca llegaron a explotar. Algunos no resisten un archivo. Y otros proyectos que nunca avanzaron más allá de su mentira.

El más fuerte, sin dudas, por quién lo dijo y el tema en cuestión, fue la trunca vuelta de la Fórmula Uno a la Argentina. Fue realizado por la propia Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. La Máxima hubiese cerrado su último campeonato en un callejero marplatense cuya única realidad fue una vuelta en un simulador...

A pesar del “si no se firma, te mato”, amenazante de la primera mandataria al Ministro de Turismo, Enrique Meyer, éste la puede seguir contando. El propio Meyer explicó luego que las diferencias económicas entre lo que tenían pensado y lo que realmente demandaba la carrera, hicieron que el proyecto no prosperase. Pero Bernie Ecclestone afirmó en diálogo con Fox Sports que “nunca vio un contrato y que sólo hablaría con gente seria...”

Otra promesa o todavía proyecto trunco es Velociudad. Presentaron su obra faraónica casi en el anonimato en una exposición en La Rural en 2011. Su circuito en Zárate sería un parque temático del deporte motor para albergar un Gran Premio de F.1… Solo hay un trazado de la pista con tierra. Ah, el año pasado, en plena temporada, le bajaron el pulgar a su ex piloto Eric Lichtenstein quien debió dejar de correr en la GP3 Series en el equipo Carlin.

Ramos y Macri: sin novedades de la Pro F1.

Siguiendo con la delgada línea tan peligrosa de promesas acerca de la Máxima, aún se espera la prometida conferencia de prensa de Lalo Ramos y el Gobierno Porteño sobre la Comisión Pro F.1, encargada de repatriar el Gran Premio en el Autódromo. La bomba de Mauricio Macri y el campeón de TC en 1994, fue 24 horas después del anuncio del GCBA de poner una planta de tratamiento de residuos en el Coliseo porteño, algo que, luego del “incendio” en las redes sociales, terminaron rectificando ese mismo día.

En el arranque del ejercicio 2014 del TC, Hugo Mazzacane, presidente de la ACTC, informó que este año habrá una doble fecha cuya primera carrera será nocturna. Para el festejo de los 75 años en 2012, su antecesor, Oscar Aventin, dijo en 2011 que se estudiaba hacer una carrera de 24 horas en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez. La trágica muerte de Guido Falaschi y la conciencia real para esa empresa dejaron todo en la nada. ¿Se correrá finalmente con luz artificial este año?

¿Y el TC en Brasil? En la nada quedó el proyecto de correr en el Velopark de Porto Alegre. Fue una novedad que con mucho orgullo y golpeándose el pecho anunció el gerente de la popular categoría, Fernando Miori, allá por 2010. Você abusou…

La Copa Entre Ríos no tendrá la disputa de tres fechas consecutivas en esa provincia (las otras en Paraná y Concordia). Es que las obras en el flamante autódromo de Concepción del Uruguay no llegaron a tiempo y el estreno del circuito, pautado en un principio para el 9 de marzo, quedó para el 18 de mayo. En la última fecha de 2013, el Gobernador Provincial, Sergio Uribarri, había prometido las tres carreras juntas…

Urtubey se lució con anuncios imposibles.

Quien dio cátedra en la materia es el ex presidente del Top Race, Alejandro Urtubey. El TR México (viajaron algunos autos al país azteca), las supuestas fechas en Ecuador, Canadá (en Montreal...) y Chile, fueron sus grandes hits que en realidad nunca llegaron a sonar. Lo propio su participación en la Fórmula 3 Sudamericana con un equipo argentino dedicado a la promoción de jóvenes valores nacionales.

Un anuncio que fue realidad, pero no como se había insinuado en su momento, fue la hegemonía de los chasis Tito en la Fórmula Renault Argentina. “Los hacemos por seguridad”, dijo hacia fines de 2006, Pablo Peón, máximo responsable del TC 2000 (ahora STC 2000 respecto de la división mayor). El hecho es que la salida de los monoplazas Crespi (promedio de 40 por fecha hace una década) comenzó con la sangría de los jóvenes al incrementarse los costos. Luego de más de 40 años, en 2007 no corrió ningún auto del gran Tulio Crespi. Hoy la categoría escuela lucha por incrementar su parque cuyo promedio fue de 20 autos en la temporada pasada.

También hubo otra realidad que luego no prosperó a pesar de su impetuoso comienzo. Se trató de la efímera Unión Argentina de Pilotos. Tenía como fin tratar aspectos de seguridad. A ello se habría sumado un reclamo económico de los corredores, en especial hacia la ACTC, cuya negativa habría promovido que este cónclave se diluya. Fue antes de la primera de las tres carreras del TC en Buenos Aires en 2007. Nunca más volvieron a juntarse de forma espontánea los pilotos. Ni siquiera por cuestiones específicas de seguridad, incluso luego del fallecimiento de Guido Falaschi.

A todo ello debemos sumarle la bomba de humo del impune Peter Windsor, cuya cara de piedra le permitió estar junto a la Presidenta de la Nación y jugando con el máximo sueño de José María López en 2010. La historia del trunco USF1 en la Máxima, tristemente, es conocida por todos.

Estos anuncios y proyectos generaron su golpe de efecto en su momento. Lástima que el efecto para su hecho concreto nunca se haya cristalizado, o al menos por ahora. Está claro por qué el deporte motor a nivel nacional padeció con estos matices haciéndole honor al refrán “del dicho al hecho hay mucho trecho…”

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