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18 de FebreroAnálisis

El auto con más rating los domingos

El automovilismo argentino sigue perdiendo en rating contra los Simpsons. Otro golpe que afecta a la actividad.

Por Darío Coronel

El sedán que más mide los domingos.

El deporte motor en la Argentina se transformó hace tres décadas cuando las carreras comenzaron a transmitirse en vivo y en directo por televisión. Se convirtió en un show que generó la explosión de sponsors en la actividad cuya proliferación en los medios audiovisuales comenzó a crecer.

Lejos de esa realidad y con una televisión diferente con la irrupción del cable, ello sumado a la monotonía que abunda en la mayoría de las carreras, la falta de ídolos de peso y la pérdida de la esencia en categorías como el TC y Súper TC 2000 (ex TC 2000), llevaron a que el rating comience a golpear la pantalla fierrera.

Es un tema recurrente, pero en los últimos tiempos el automovilismo argentino sigue perdiendo los domingos ante Los Simpsons. La tradicional serie de dibujos animados lidera la pantalla chica y en especial los horarios de automovilismo, incluso en instancias de las carreras finales.

El ejercicio 2014 muestra que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires, el primer fin de semana de TC midió 4.1 puntos en su mejor franja de 13 a 14, en el horario de la final. Pero ello no le alcanzó para batir a los personajes de Matt Groening, que encabezaron con 7 puntos.

El fin de semana pasado el TN midió 1.8 y el TRv6 2.1. Perdieron con Homero y compañía que repitieron su tendencia con 7 unidades. En el interior del país el automovilismo se ve más, pero tampoco alcanza a ser lo suficiente.

El TN tampoco pudo contra Los Simpsons.

Esto no hace más que complicar a los pilotos y equipos. Es que la presencia de la TV es su caballo de batalla a la hora de conseguir sponsors. En el TC, por ejemplo, para pelear el campeonato un piloto requiere de 300.000 pesos por fin de semana de costos operativos. ¿Cómo hace para venderse cuando sólo puede ofrecerle a su patrocinante 4 puntos de rating y ni siquiera asegurarle una victoria?

El panorama no es favorable. El problema es más de fondo y el debate mucho más largo aún. Pero los responsables del deporte motor en pista a nivel nacional deben tomarlo como una alerta. Se viene perdiendo la esencia. Los autódromos están cada vez con menos público.

Salvo en el TC y contados casos del STC 2000 y el TN en sus “bastiones” (como San Jorge o Pigüé, por ejemplo), los circuitos lucen semi vacíos. La estandarización de las piezas, los monomotores, carreras aburridas, falta de ídolos, pilotos que en su mayoría hablan con el casete puesto y cuando rompen el esquema luego piden disculpas, generan una carencia de atractivo.

Hace unos años Mariano Altuna dijo que cuando un Traverso, Maldonado o Tito Bessone caminan por la calle de boxes, el público los reconoce. Caso diferente al Monito y la mayoría de sus contemporáneos. El soberano pueblo del automovilismo sigue dando señales. Queda en los responsables de la actividad saber escuchar y leer el mensaje. Sino habrán estado viendo otro canal.

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